Hay que empezar en cuanto antes para ir dándoles seguridad.
Es interesante marcar un horario e intentar respetarlo a diario. Anticiparse a lo que pasará proporciona seguridad y confianza en el niño.
Cualquier momento es el adecuado para crear hábitos: al despertarse, a la hora de comer, de dormir, de llegar de la escuela, etc.
Es importante predicar con el ejemplo. Los niños suelen copiar lo que ven.
Trata de dar consignas claras y asegurarte de que el niño las ha entendido.
Ten en cuenta el nivel de desarrollo que tiene el niño. No se le puede pedir lo mismo a un niño de 2 años que a un niño de 6 y por supuesto no pedirles más de lo que ellos pueden dar. El nivel madurativo de cada niño es distinto y es importante respetarlo, no confundir con la sobreprotección porque es igual de grave intentar que el niño sea muy autónomo como el sobreprotegerlo.