rabietas niños como gestionar

Rabietas en niños, qué son y cómo tratarlas

La rabia es una emoción imprescindible en la vida, para nuestra supervivencia y la adaptación al medio. El problema de la rabia es si se vuelve desadaptativa y no la sabemos gestionar. Si tu hijo tiene rabietas y te cuesta sostenerle y acompañarle, ¡este es tu artículo!

Empezamos a hablar de las rabietas, y como hemos dicho en la introducción, la rabia es una emoción. Ni buena ni mala… lo que sí es, es una emoción imprescindible para nuestra vida, para nuestra supervivencia y adaptación al medio.

¿Cuál es la función de la rabia?

La rabia nos hace poner límites, que son sanísimos para un buen desarrollo. La rabia tiene una energía muy poderosa, tanto que a veces nos dan ganas de casi pegar al de enfrente. Si aprendemos desde niños, a través de esas rabietas inofensivas, a canalizar esa energía y a sacarla de una manera saludable, estaremos fomentando adultos con vínculos y apegos seguros.

Lo que no es sano ni inofensivo, es cuando al final acabamos gritando, pegando, faltando el respeto o cualquier otra forma de maltrato. Ni hacia los demás ni hacia nosotros mismos. Así que el problema viene cuando la rabia, o cualquier otra emoción, tienen una intensidad, duración o frecuencia por encima de lo que consideramos normal y no tratamos bien a los demás o a nosotros mismos. Cuando esto ocurre, la gestión emocional se convierte en disfuncional.

Aprende a autorregularte

Muchas veces, la rabia de nuestros hijos nos mueve a nosotros otras emociones, incluida la rabia. Para poner esa energía de la rabia fuera, de manera ecológica y saludable necesitamos aprender, practicar e integrar la autorregulación. Hay que tener presente que la autorregulación no es innata, no se nace con ella, tenemos que aprenderla y la única manera es a través de los padres.

Si el niño en su casa ve que cuando un padre o madre se enfada, su manera de sacarlo es a través de los gritos, la agresividad, etc, en definitiva, se desborda, es casi imposible que el niño aprenda a calmarse y regularse cuando está desbordado. Así que, aunque no vamos a tocas este tema ahora, es muy importante entender que tenemos que dar ejemplo de cómo manejamos nuestra propia rabia para que el niño pueda aprender a manejar la suya. Tenemos la expectativa de que sean nuestros hijos quienes calmen su propia rabia, y por supuesto, esto no es en absoluto real.

¿Qué le ocurre a nuestro cerebro cuando nos enfadamos?

Cuando una persona, de entre 0 y 99 años siente rabia, se activa la amígdala, lo que llamamos el cerebro emocional, que va a tomar el control haciendo que nos desconectemos de nuestro centro de raciocinio, pensamiento, etc, es decir de nuestra corteza prefrontal.

Sobre este tema tenemos un episodio entero: El Cerebro en la palma de la mano. Como resumen, decir que este cerebro emocional, la amígdala, tiene tres características importantes: es automática, involuntaria e inconsciente. Es decir, no podemos interferir en esta reacción, aunque sí podemos aprender a manejarla. Y hablo de reacción y no de respuesta, desde la amígdala, nos preparamos para el ataque, la huida o la parálisis. No podemos pensar, razonar ni decidir.

Vamos a ver los tipos de rabietas que pueden darse, las causas y lo que podemos hacer, pero antes …

niño rabieta
rabietas niños

¿Qué son las rabietas?

Las rabietas son la manera que encuentran los niños para expresar que algo les está ocurriendo. A edades tempranas, cuando el lenguaje no está desarrollado, no saben decirnos con palabras que algo les ocurre ni qué es lo que les está ocurriendo, para empezar porque muy probablemente ni siquiera ellos lo saben.

Vamos a explicar los tipos de rabietas que hay y más tarde daremos las pautas para acompañar, sostener y enseñar a nuestros hijos en sus rabietas.

Tipos de rabietas

Rabieta para llamar la atención

Los motivos pueden ser muchos, como por ejemplo, dejar de ser el centro de atención por algún motivo como la llegada de un nuevo hermano.

Quizá el niño necesita más tiempo con sus padres, más atención, pero no sabe cómo pedirlo. Para ello, podemos poner en marcha las herramientas que también hemos hablado bastante sobre ellas, creo que en el episodio 29, de Poder y atención.

Rabieta para evitar algo

Cuando el niño quiere evitar algo que va a pasar a continuación o en un futuro muy próximo, como irse del parque, bañarse, etc.

Rabieta para conseguir algo

Otra de las rabietas más típicas entre los niños es el llanto para conseguir algo. El niño quiere algo que no le dan y empieza a llorar con todas sus fuerzas. Aquí tenemos que para un segundo y pensar si eso que reclama realmente es importante o no. Porque puede ser que lo que quiera sea una chuche o que realmente sienta hambre y necesite comer algo.

Esto no significa que no atendamos al niño aunque creamos que no tiene razón, etc. Porque no atenderle es dejarle en el vacío con su angustia. Me gustaría hacerte la pregunta ¿Cómo te sientes tú cuando tienes hambre y no tienes posibilidad de saciarla? Probablemente no te tires al suelo, llorando y pataleando, pero seguro que en más de una ocasión has pagado ese mal humor provocado por hambre con alguien…

Rabieta por cansancio

Los niños, y muchos adultos, se sienten más irascibles y susceptibles cuando están cansados. La diferencia con los adultos es que nosotros podemos darnos cuenta de este cansancio y gestionarnos emocionalmente. El agotamiento y ese malestar hacen que el niño llore y pidan desconsolados tu ayuda a través de esa rabieta. Es su forma de quejarse ante el cansancio. Lo mejor es hacer gala de toda tu paciencia, comprensión e intentar ayudarle a conciliar el sueño.

Rabieta por frustración

Los niños, y muchos adultos, se sienten más irascibles y susceptibles cuando están cansados. La diferencia con los adultos es que nosotros podemos darnos cuenta de este cansancio y gestionarnos emocionalmente. El agotamiento y ese malestar hacen que el niño llore y pidan desconsolados tu ayuda a través de esa rabieta. Es su forma de quejarse ante el cansancio. Lo mejor es hacer gala de toda tu paciencia, comprensión e intentar ayudarle a conciliar el sueño.

Según el tipo de rabieta que sea, podemos manejarla de una manera u otra. Por ejemplo, si es por sueño, no la manejaremos igual que si es por falta de atención, por frustración, etc. Pero mientras dura la rabieta, en general, podemos hacer lo siguiente:

 

Cómo gestionar las rabietas de los niños

  1. Validar su emoción: rabia, enfado, frustración, etc.
  2. Ponte a su altura: si está en el suelo, siéntate a su lado o ponte en cuclillas.
  3. Mantener nosotros la calma. Si nos ponemos nerviosos o nos enfadamos, el niño no va a poder calmarse tampoco porque no tiene un adulto que le sostiene y le da esa calma que él tanto necesita. Si quiere y se deja, abrázale. Si no, tócale la cabecita, una rodilla, el hombro, una articulación para que no sea muy invasivo.
  4. Asegúrate de que no se pueda hacer daño con nada ni que pueda herir a nadie.

Qué hacer después de una rabieta

  1. Sigue mostrándote cariñoso.
  2. No te lo tomes como algo personal. Piensa que tu hijo está tratando de expresar algo y que algo le está ocurriendo.
  3. Valida su emoción. Es ahora cuando está calmado que le puedes poner límite a su comportamiento (pegar, gritar…), pero no juzgarle por su emoción ni negarla ni evadirla.
  4. Nómbrale la emoción que ha experimentado para que de esa manera pueda empezar a entender lo que le pase, y adquirir lenguaje emocional.
  5. Llegad a acuerdos sobre qué cosas se pueden hacer si en un futuro vuelve a ocurrir lo mismo o algo similar.
  6. Refuérzale que ya tiene el control sobre su conducta, antes no lo tenía. Puedes mostrarle lo que le ha llevado a la calma, para que pueda empezar a desarrollar sus herramientas de autorregulación.

Qué podemos hacer para minimizar las rabietas

  1. Mirar el lado saludable de tu hijo. Mirar y reconocer las cosas que sí hace bien, y no solo de su comportamiento, sino de quien es, de su ser. Y cuando se equivoca o lo hace mal, enfócate en soluciones, trata de no juzgarle y de entender que los errores es la manera natural de aprender para las personas.
  2. Déjale decidir sobre cosas de su día a día.Estas decisiones tienen que ser adecuadas para su edad.  Por ejemplo, si quieres que meriende fruta, que sea él quién elija “¿Quieres naranja o manzana?” o “¿Prefieres lavarte los dientes antes o después de bañarte. Darle opciones limitadas. Esto también lo tenéis en el episodio de nuestro podcast de atención y poder.
  3. Si tu hijo te pide algo, valora si realmente es importante y si merece la pena luchar esa batalla, porque todas no se pueden ni luchar ni ganar.
  4. Ten en cuenta sus rutinas y horarios, si le sacas de ellos, puede ser que entre en esa rabieta por hambre o cansancio, como explicamos en los tipos de rabietas. También si ha tenido más actividad de lo normal, etc. Es decir, tener las circunstancias de su día a día para anticiparnos a lo que puede necesitar.
  5. No pongas cerca de su alcance objetos prohibidos, que no estén a la vista. Así podemos reducir las probabilidades de que luche por alcanzarlos.
  6. Distrae a tu hijo. La capacidad de mantener la atención de un niño es muy baja, así que para evitar que en ocasiones entre en esas rabietas cuando quiere conseguir algo, podemos darle otro juguete, cambiar de juego, empezar una actividad nueva, etc.

Para finalizar este episodio, queremos hacer hincapié en la importancia de manejar de manera adecuada las rabietas de tu hijo. Mirar su lado saludable, entender que no lo hace para fastidiarte, sino que no sabe expresar ni gestionar lo que le está pasando de otra manera.

Cada rabieta es una oportunidad maravillosa de practicar la frustración, y aumentar su tolerancia a la misma, aprender nuevas herramientas de autorregulación, lenguaje emocional y sobre todo, fomentar un apego seguro, imprescindible para ser adultos saludables y tener una vida satisfactoria con vínculos y relaciones sanas.

Cuentos sobre rabietas para que leas con tus hijos

Podcast de educación consciente

Episodio 83: Autoconcepto y pareja

Si quieres disfrutar de todo nuestro contenido suscríbete - Suscripción mensual

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

X
Acompañanos durante 31 días hacia el cambio.

    Descárgate el Cuaderno 
    Descárgate el Programa Completo para poder entender mejor el viaje que emprenderemos juntas. ¡TE ESPERAMOS!