
¿Es mi hijo adicto a las pantallas?
Los niños, los adolescentes y la tecnología
Según un estudio reciente del Estado Mundial de la Infancia, Los jóvenes (de 15 a 24 años) son el grupo de edad más conectado. En todo el mundo, el 71% están en línea, en comparación con el 48% de la población total. Pero esto no significa que empiecen a utilizar las TIC, abreviatura de Tecnología de la Información y Comunicación, a edades mucho más tempranas. De hecho, ya no es sorprendente ver a niños de 1 o 2 años manejando una Tablet o un móvil.
¿A qué edad deberían tener los niños un móvil?
No hay una respuesta tajante y única. El hecho de no utilizar medios digitales en absoluto, así como el uso excesivo de los medios digitales, suelen tener efectos negativos, mientras que un uso moderado tiene efectos positivos. Pero no se puede generalizar en cuánto tiempo es recomendable su uso porque depende de muchísimos factores.
Lo que sí creemos que no es adecuado, que niños pequeños, que deberían estar explorando el mundo a través de la interacción con otros niños, adultos de referencia, el juego libre, en definitiva, aprendiendo a través de los 5 sentidos, se entretengan con pantallas. Y la responsabilidad de un buen desarrollo psicomotriz, neuronal y emocional, es de los padres.
Y no se trata de juzgar a nadie, los padres lo hacemos lo mejor que podemos, y a veces por cansancio, falta de tiempo o imposibilidad de conciliar la vida familiar y profesional, les damos los dispositivos tecnológicos, para que se entretengan mientras los padres hacemos las tareas que necesitamos hacer. O para que no moleste y se entretengan cuando estamos en momento o sitios, que queremos que nuestro hijo esté tranquilo. Pues bien, tenemos que entender que un niño de 3 o 4 años, no va a aguantar por ejemplo, sentado en una comida, sobremesa incluida, en un restaurante, sin hacer ruido, moverse, o querer jugar. Así que lo mejor aquí sería prevenir esos momentos, y llevarles juegos de mesa, puzles, pinturas o cualquier otro juego o entretenimiento que no sean pantallas. Esa es nuestra responsabilidad.
Ventajas y desventajas de las redes sociales en los adolescentes
Nos queremos centrar en niños un poco más mayores y los adolescentes, que parece que son menos controlables en el uso de pantallas, y genera más inquietud, desorientación en los padres y al final se convierte en una fuente de problemas en los niños y adolescente, en la familia y la convivencia.
Los teléfonos inteligentes están alimentando una “cultura del dormitorio”, como solemos decir, se meten en su cueva, y para muchos niños el acceso en línea es cada vez más personal, tiene un carácter más privado y está menos supervisado.
Los investigadores reconocen que el uso excesivo de la tecnología digital puede contribuir a la depresión y a la ansiedad infantil. Sin embargo, los niños que tienen problemas fuera las redes y la tecnología, a veces pueden entablar las amistades y recibir el apoyo social en línea que no están recibiendo en otros lugares. No todo son inconvenientes. También los niños con relaciones sólidas utilizan internet para reforzarlas, mientras que los niños que sufren esa depresión, estrés o problemas en el hogar pueden encontrar que la experiencia digital agrava sus dificultades existentes.
Para nosotras es muy importante, no solo preocuparnos por el tiempo de uso de las pantallas y las herramientas para regular el tiempo de uso, sino también concentrarse más en lo que hacen los niños en línea, protegerlos mejor y ayudarlos a aprovechar al máximo su tiempo en línea, de manera saludable, con contenidos apropiados a cada edad. Porque las tecnologías han ampliado enormemente las plataformas para la libre expresión de ideas, también han agravado la propagación de un discurso de odio, violencia y de otros contenidos negativos que pueden moldear la visión que nuestros hijos tienen tanto del mundo como de sí mismos. Siempre decimos que los niños aprenden por imitación y el ver determinados contenidos, sin supervisión ni criterio adulto, puede ser muy perjudicial. Por eso, es casi más importante enseñarles qué contenido es adecuado mediante la supervisión constante de los contenidos a los que acceden.


Riesgos del internet para los niños
Hay claros vacíos en el conocimiento de los niños sobre los riesgos de las redes e internet, y, a pesar de que el uso de dispositivos ha aumentado rápidamente entre los niños y los adolescentes, muchos de ellos carecen de aptitudes digitales y de la capacidad crítica necesaria para medir la seguridad y la credibilidad del contenido y de las relaciones que se establecen en ellas. Esto refleja la necesidad de supervisar y enseñar a nuestros hijos en lo que se llama la alfabetización digital, para que estén protegidos física, mental y emocionalmente.
Porque a pesar de que las TIC han facilitado que los niños se conecten entre sí y compartan experiencias en línea, también han facilitado el uso de esos nuevos canales de conectividad y comunicación para el acoso en línea, con un alcance mucho más amplio y, por lo tanto, con un mayor riesgo que lo que supone el acoso en el mundo real y no solo el virtual. Del mismo modo, han aumentado las posibilidades del uso indebido y la explotación de la privacidad de los niños, y han cambiado la forma en que los niños consideran su propia información privada. Y una vez más, la responsabilidad es de los padres, que muchas veces somos los primeros en mostrar y revelar la intimidad de nuestros hijos en redes, desde que son bebés.
Y esto es muy peligroso. En primer lugar, porque hay fotografías inocentes, que según en qué manos caiga, pueden darle muy mal uso. En segundo lugar, porque aunque son bebes o niños, no son de nuestra propiedad y tienen derechos de privacidad, al igual que los tenemos nosotros, y con más motivos deberíamos ser muy recelosos con lo que mostramos, puesto que hasta que son mayores, es nuestra responsabilidad protegerles. También hay que tener en cuenta, que lo que se sube a la red una vez, ahí se queda. Y… ¿has pensado alguna vez cómo le pueden afectar en un futuro no muy lejano, esas fotos en su vida personal y profesional? Incluso pueden ser objeto de bullying cibernético en un futuro. Y por último, cuando sean adolescentes, ¿cómo vamos a decirles que no deben subir determinados contenidos y ser prudentes con su privacidad, si nosotros somos los primeros que no lo hemos hecho con ellos? Bueno, esto creemos que es un buen punto de reflexión para los padres, y que cada uno, con el mayor sentido común decida lo que es apropiado y conveniente o no.
Vamos a ver cómo clasifican los investigadores la gran variedad de riesgos que aparecen en línea en tres categorías: riesgos de contenido, contacto y conducta.
Riesgos de contenido:
Esto se refiere a cuando un niño está expuesto a un contenido no deseado e inapropiado, como hemos hablado antes. Esto puede incluir imágenes sexuales, pornográficas y violentas; algunas formas de publicidad; contenido racista, discriminatorio o de odio; y sitios web que defienden, explican y enseñan conductas poco saludables o peligrosas, como autolesiones, suicidio y anorexia, juegos de rol peligrosos, etc.
Riesgos de contacto:
Cuando por ejemplo, un niño o adolescente participa en una comunicación arriesgada, como por ejemplo con un adulto que busca contacto inapropiado o se dirige a un niño para fines sexuales, y que generalmente lo hacen de forma encubierta, haciéndose pasar por un igual (alguien de la misma edad), y el contacto se hace poco a poco, empatizando con ellos, o prometiendo dinero o regalos, etc. o con personas que intentan radicalizar a un niño o persuadirlo para que participe en conductas poco saludables o peligrosas.
Riesgos de conducta:
Cuando un niño o adolescente se comporta de una manera que contribuye a que se produzca un contenido o contacto de riesgo. Esto puede incluir que los niños escriban o elaboren materiales odiosos sobre otros niños, bulling, ciberacoso, o que inciten al racismo o publiquen o distribuyan imágenes sexuales, incluido el material que ellos mismos produjeron, o que convencieron a otros para que lo hicieran. Y aquí es muy usual, que se produzca este tipo de contenido entre adolescentes (y a veces no tan adolescentes), que mantienen relaciones más allá de la mera amistad, ya sean de pareja estable o esporádica, y que en un momento dado, una de las partes, distribuyen ese material a través de las redes, whatsapp, Instagram o cualquier otro medio.
¿Hay un tiempo límite para el uso de pantallas?
No se trata de prohibir, sino de enseñar. Y los primeros que debemos dar ejemplo somos los padres. ¿Te has planteado el tiempo que le dedicas a la tecnología en tu día a día?. Hay una herramienta estupenda en todos los móviles, y si no, hay aplicaciones que te puedes descargar, que te analiza el tiempo de uso y en qué aplicaciones lo has invertido. Y es sorprendente el resultado que da, porque nunca imaginas que tú mismo haces tanto uso del móvil, y eso que solo mide el móvil, si ponemos en común el resto de dispositivos, seguro que nos quedaríamos alucinados del tantísimo tiempo que nosotros, los adultos, nos pasamos delante de las pantallas. Te invitamos a que al menos, lo observes un par de semanas…
Sí, en definitiva, se trata de ofrecer a los niños un buen modelo de uso digital. No solo los niños están fascinados con las tecnologías digitales. Los padres y otros adultos deben ofrecer a los niños modelos de uso responsable y respetuoso de las TIC.
Las cuestiones sobre el tiempo que pasan delante de la pantalla los niños conectados, aunque todavía se debaten, son cada vez más obsoletas. Esto es así porque no hay un acuerdo claro sobre el momento en que el tiempo empleado con la tecnología digital pasa de ser moderado a ser excesivo; el concepto de “cuánto es demasiado” es una cuestión personal que depende de la edad del niño, de sus características individuales, su desarrollo madurativo y de un contexto vital más amplio. A muchos niños en contextos de alta conectividad les resulta difícil estimar cuánto tiempo pasan con la tecnología digital, ya que más o menos la utilizan todo el tiempo.
Por ello, no hemos querido entrar en cuánto es el tiempo de adecuado o recomendable. Es un criterio demasiado individual el que debemos aplicar, en cada familia y en cada hijo, por contexto, edad, y un largo etc. Así que esto no vamos a mencionarlo, pero sí que seamos conscientes de todo lo anterior que hemos hablado porque es la base para un buen uso de las TIC’s.
Importancia de los límites en los niños
El No educa, aporta límites necesarios, incluso los conflictos son necesarios, el problema es cómo resolvemos los conflictos porque si estallamos y gritamos, nuestros hijos van a aprender a hacerlo del mismo modo. Uno de los grandes conflictos es que tienen que escuchar el NO todo el día, CONTAR QUE EL CEREBRO NO PROCESA EL no.
Tenemos que preguntarnos cual es nuestro objetivo cuando ponemos los límites, los límites educan para la vida, para las normas sociales, las del hogar, las de la escuela infantil, e incluso para protegerles del peligro por esto tenemos que preguntarnos cual es el objetivo cuando ponemos los límites, es decir, ¿buscamos poner límites o enseñar? ¿estamos dando una orden o comunicando una norma?
Resumen
Enseñar un buen uso de las pantallas, de su contenido y la interacción con todo lo que ello comprende, en primer lugar a través de la supervisión y el ejemplo.
No solo fijarnos en el tiempo de uso que hacen, y por supuesto también dar ejemplo de ello, sino en el resto de factores que influyen en su vida, relaciones saludables, alimentación, límites, deporte, etc.
Respetar y proteger la privacidad de nuestros hijos en nuestras propias redes, cuidado con los que mostramos de ellos
No prohibir, sino educar.
Navega en Internet con tus hijos, oriéntales sobre las páginas más fiables, y enséñales a navegar con un objetivo claro marcado de antemano. Transmíteles que nunca deben proporcionar datos personales en la red.
Selecciona los videojuegos a los que juegan tus hijos y juega con ellos en alguna ocasión.
Establece normas claras para regular el uso de Internet, videojuegos y el móvil. Debe estar muy claro cuándo, cuánto y dónde los utilizan.
Haz uso de los programas de control parental tanto en el ordenador como en las videoconsolas, para evitar que tus hijos se encuentren contenidos inadecuados para su edad.
Mantente al corriente de los avances de las Nuevas Tecnologías, para que no se dé la llamada brecha digital
Dialoga con tus hijos, favorece la comunicación positiva y la escucha activa. Nada de sermones sino preguntas de curiosidad y escucha lo que nos dice sin juzgar, dialogar, que no se convierta en un monologo.
Observa qué ejemplo de ocio les estás dando a tus hijos y cuál te gustaría ver en ellos. Nos habrás oído muchas veces la frase que decía Einstein, y que no nos cansamos de repetir: el ejemplo no es una manera más de educar, es la única manera de educar.
Podcast para padres y madres
En Tejiendo Redes tenemos cursos que pueden ayudarte a entender a tus hijos en muchos de los aspectos que hemos mencionado en este artículo.
Además os compartimos un PODCAST que creemos que puede seros de gran utilidad para que lo escuchéis en un momento de calma y podáis comenzar a poner en práctica todas estas herramientas sobre límites y normas.