estilos educativos padres separados diferentes

Estilos educativos diferentes en Padres Separados

¿Qué hago cuando mi hijo trata de manipular la situación y a sacar partido de las diferencias educativas entre las dos casas? ¿Cómo puedo mantener las normas en mi casa si el otro progenitor tiene otras diferentes? ¿Qué hago cuando mi hijo hace comparaciones entre uno y otro como forma de reprochar y rechazar las normas y exigencias? Hoy abordamos qué hacer cuando estamos separados y tenemos estilos educativos diferentes en las dos casas.

Padres separados con hijos y el estilo educativo unificado

Este es un tema peliagudo y no siempre fácil de resolver, cuando estamos separados y tenemos formas y criterios diferentes de educar entre el otro progenitor y nosotros. Vamos a empezar explicando algo que es bastante obvio, aunque muy difícil de hacer, que es mantener, por el bien de nuestros hijos, un estilo educativo común, y que nosotras abogamos por el de la firmeza con amor y respeto.

En un mundo ideal, este sería el estilo educativo adecuado para que nuestros hijos crezcan de manera saludable y evitar muchos conflictos en el presente y en el futuro con nuestros hijos.

La comunicación y el buen entendimiento, debería ser la normalidad, aunque por desgracia, no suele ser así. Así que vamos a ver qué ocurre y cómo podemos manejar la situación de la mejor manera posible cuando no existe un criterio unificado educativo y no hay entendimiento entre los padres.

Partimos siempre de la base de que hagamos lo que hagamos, nuestra intención es siempre el bienestar de nuestro hijo, nunca ponemos en duda el amor de los padres hacia los hijos, aunque muchas veces nos equivocamos. Pero siempre pensamos que lo que estamos haciendo es lo mejor para nuestros hijos. Así que bajo ningún concepto, pretendemos juzgar a nadie. Esto no significa que lo hagamos bien, y siempre es por falta de recursos para hacerlo de manera diferente, no nos damos cuenta de lo que estamos haciendo mal y no sabemos hacerlo de otra manera. Vamos a tratar de dar algunas herramientas para llevar esta situación de la mejor manera posible.

Relación entre padres separados con hijos

En primer lugar, es importante tomar conciencia si entre el padre o madre y nosotros, hay una guerra, y en la que inevitablemente, nuestros hijos se van a ver envueltos en ella de una manera u otra. Muchas veces es una guerra velada, de la que no somos conscientes, y donde casi siempre pensamos que la culpa de todo la tiene el otro. Pues bien, esto no es así, porque en todas las relaciones, nosotros tenemos el 50% de responsabilidad sobre cómo nos relacionamos. Y esto es uno de los puntos más difíciles de aceptar, y lo digo por experiencia propia.

Mirar dentro y asumir que la manera en la que yo me relaciono con mi ex pareja, está condicionada por creencias, emociones y roles que hemos asumido a lo largo del tiempo, y que es mi responsabilidad, no es fácil. Pero es el primer paso para poder parar la guerra y dejar de implicar a nuestros hijos en ella.

Si sientes que todavía hay mucho resentimiento, dolor o tristeza en ti por la separación, lo más conveniente es que acudas a un terapeuta que te ayude a soltar y sanar interiormente, la relación con tu ex pareja. Es muy importante para que puedas avanzar en tu vida y que no afecte negativamente a tus hijos. Los divorcios son duros para todos, padres e hijos, pero somos los adultos los que tenemos que avanzar y sostener a nuestros hijos. Pero volvamos a qué podemos hacer ante las diferencias de criterios y educativas entre los padres.

estilos educativos padres separados
estilos educativos distintos padres separados

Qué hacer cuando estáis separados y tenéis estilos educativos diferentes

A veces no hay guerra entre los padres, y simplemente hay distintos criterios educativos, límites y normas diferentes en cada casa. ¿Qué podemos hacer entonces?

Los hijos necesitan tomar al padre y a la madre por igual

Herramientas para lidiar con esta situación

El mensaje más importante es que su padre o madre (el otro progenitor), le quiere por encima de todo y trata de hacer lo que él o ella cree mejor para su hijo. Este mensaje es muy importante, porque al final, por muy mal que creamos que lo hace el otro, es su padre y su madre y por tanto un referente en su vida, y hablar mal de su padre o madre le va a hacer mucho daño emocional.  Los hijos necesitan tomar al padre y a la madre por igual, para aceptarse también a ellos mismos. Si criticamos, rechazamos o excluimos a una de las dos partes, estamos impidiendo que nuestro hijo pueda avanzar en la vida de manera saludable.

Por ejemplo, si pensamos que en una casa hay escasez de algún tipo, no tenemos que compensarlo en la nuestra. Comprándole más cosas, dejando que pase más tiempo con las pantallas, comiendo más comida “basura” o por el contrario, “más fruta y verdura”. Tenemos que encontrar nuestro propio equilibrio. Si la otra parte creemos que es autoritaria, no tender nosotros a la permisividad ni viceversa. Es importante que nuestro hijo aprenda que hay diferencias en cada casa, como pueden ser económicas, de normas, de hábitos y de estilo educativo.

Tenemos que ser muy firmes en nuestra postura, y dejarle claro que cada casa tiene normas diferentes y que en esta casa ésta es la norma (sea la norma que sea). Por ejemplo, en la hora de acostarse, de llegar a casa, de las tareas que tienen que hacer, etc.

No se trata de criticar ni juzgar la norma o el límite de la otra casa, sino de reafirmar la nuestra sin más. Podemos utilizar frases como: “En casa de papá hay unas normas y aquí hay otras” “está bien que tu padre (o madre) tenga esa norma, pero aquí tenemos otra diferente” Y poco a poco, los hijos van asumiendo lo que pueden hacer en una casa y lo que no. Como siempre decimos cuando hablamos de normas y límites, es muy importante ser consistentes, para mantener la norma o límite y que nuestros hijos sepan a qué atenerse. Que no dependa de nuestro estado de ánimo, de nuestro cansancio o de cualquier otra cosa que nos haga bajar la guardia. Esto le dará a nuestro hijo también consistencia, estructura y seguridad.

Debemos ser nosotros quien le proteja, y tenemos que comunicarnos de manera asertiva, a ser posible, con el otro progenitor, de lo que creemos que está siendo perjudicial para nuestro hijo. Quizá nuestro trabajo sea poner límites al padre o madre, o quizá sea flexibilizarnos .

Depende de cada caso, que cada familia es un mundo. Y si realmente creemos que nuestro hijo vive una situación peligrosa física o emocionalmente, siempre que sea menor de edad, debemos proteger a nuestro hijo, y pasar a la acción con las herramientas legales que tengamos a nuestro alcance. Pero hay que estar muy atentos de no caer en la sobreprotección, que a veces la línea puede ser muy fina.

Esto es complicado en todas las circunstancias, pero en el caso de padres separados, puede ser más difícil puesto que a veces no se le da el espacio necesario para expresar cómo se siente, o no quiere contar lo que pasa en la otra casa.

Si esto sucede, lo primero que podemos cuestionar es ¿por qué mi hijo no quiere hablar de ello? ¿Qué estoy haciendo yo para que no quiera expresar? A lo mejor, cuando cuenta algo de la otra casa, recibe una desaprobación por mi parte, de su padre, de lo que ocurre allí, o me altero, me enfado o me pongo triste, y nuestro hijo dejará de contarnos las cosas para evitar esas situaciones.

Así que lo que tenemos que practicar y mucho los padres separados es la escucha activa, evitando el juicio y la crítica. Esto no significa que aprobemos determinadas cosas, y podemos expresar nuestro desacuerdo, pero tratando, una vez más de no juzgar ni criticar al otro progenitor.

Podemos utilizar frases como “aunque yo no estoy de acuerdo con esto que hace tu padre (o madre), te quiere más que nada en el mundo y lo hace lo mejor que sabe. Seguro que piensa que es lo mejor para ti” De esta manera, le estamos diciendo que no estamos de acuerdo, pero no recibe el rechazo del padre por nuestra parte.

Esto significa que, nuestra forma de educar en casi todas las ocasiones va a ser diferente y debemos aprender a respetar que el otro progenitor tiene su manera de hacer las cosas, y que no podemos meternos en las decisiones que lleva a cabo en su casa.

Como hemos dicho en el quinto punto, si creemos que su integridad física o emocional corre peligro, toma acción de la mejor manera posible. Pero en los desacuerdos del día a día, que se darán muchos, tenemos que respetar lo que ocurre en la otra cosa y no involucrarnos, puesto que no nos corresponde. También saber poner límites para que la otra parte tampoco se meta en las nuestras.

Esto es algo muy común y que produce que esa guerra que a veces se da entre los progenitores, se mantenga en el tiempo.

 

La situación de padres separados, no deja de ser una circunstancia más en la vida de nuestro hijo, y de la que se puede aprender mucho y crecer. Poner en práctica las herramientas de comunicación que hemos ya explicado en otros episodios, y que serían, de manera resumida:

  1. Escuchar lo que nos está contando nuestro hijo
  2. Validar sus emociones sean las que sean
  3. Hacer preguntas de curiosidad sobre cómo se sintió, cómo lo resolvió, etc ¿qué has aprendido con esto que ha pasado?
  4. Enfocarnos en la solución: ¿qué puedes hacer la próxima vez? ¿De qué manera se te ocurre que puedes hacerlo diferente?

La crianza es, para nosotras, el trabajo más difícil en la vida y para el que menos nos preparamos, así que si lo necesitas, pide ayuda para que puedas aprender a vivir y manejar las situaciones de manera diferente. Hoy en día hay muchas herramientas y muchos profesionales que pueden guiarte o acompañarte en momentos puntuales. Todo lo que hemos hablado hoy en este episodio es un factor añadido que dificulta la crianza, así que no saques el látigo si te has visto reflejada en alguno de los puntos, y trata de enfocarte en aprender una manera diferente de hacer las cosas. El camino y los resultados pueden no ser inmediatos, pero la educación no es un sprint, es una maratón, y siempre tenemos que mirar y pensar en el largo plazo, en cómo criarles para que nuestros hijos sean futuros adultos saludables.

Podcast para padres y madres

En Tejiendo Redes tenemos cursos que pueden ayudarte a entender a tus hijos en muchos de los aspectos que hemos mencionado en este artículo.

Además os compartimos un PODCAST que creemos que puede seros de gran utilidad para que lo escuchéis en un momento de calma y podáis comenzar a poner en práctica todas estas herramientas sobre límites y normas.

Episodio 62: Estilos educativos diferentes en Padres Separados.

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

X
Acompañanos durante 31 días hacia el cambio.

    Descárgate el Cuaderno 
    Descárgate el Programa Completo para poder entender mejor el viaje que emprenderemos juntas. ¡TE ESPERAMOS!