Buscan defectos en su pareja. A nivel más personal, si te estás identificando con todo lo que hemos comentado (es decir, te identificas con este estilo de apego), puede que alguna vez te hayas sorprendido hallándote buscando defectos en tu pareja o potenciales parejas. Puede que sean cosas pequeñas a la hora de realizar algún movimiento, de comer, de hablar… Pero lo más mínimo, a veces, basta para desechar la idea de estar con una persona.
Puede que al principio todo sea maravilloso, sea bonito, seguro y saludable. Pero puede que después de un tiempo, cuando las cosas se ponen más íntimas, es el momento en el que necesitan alejarse. La intimidad, para ellos, implica muchas veces rechazo. Quieren intimidad, pero les da miedo ser vulnerables por ese posible rechazo (que es una creencia inconsciente), y por ello, es posible que en este punto comiencen a alejarse; como pareja, puede que empieces incluso a dudar sobre sus sentimientos hacia ti.
Puede que incluso pienses que parecen personas distintas en comparación a cómo le conociste. Seguiréis teniendo una relación, pero las cosas tal vez ya no se sientan como al principio. Se puede llegar a sentir una montaña rusa. Esto es porque no quieren que te alejes, pero tampoco que te acerques lo suficiente como para ser vulnerable. Es por esto por lo que muchas veces encajan con el apego ansioso; cuando ocurre esto, normalmente tras unos meses de relación, no hay un apego completamente formado con la otra persona. Aquellos individuos con apego ansioso saben adaptarse a las necesidades de los demás, y lo hacen como mecanismo de supervivencia, por lo que puede que al principio se adapten bien a la situación, consiguiendo que la persona con apego evitativo se sienta segura y cómoda. ç
Pero a medida que avanza la relación, y se forma y asienta más el apego, el sistema de apego de ambos se activará más, y ahí es, normalmente, cuando comienzan las discusiones, las inseguridades, las dudas, o los tira y afloja.