El experimento del aburrimiento.
Ya se acercan las tan deseadas vacaciones, tiempo libre para disfrutar de nuestros peques o de la soledad, que tampoco viene mal… Tiempo para que los pequeños y no tan pequeños de la casa dejen atrás los libros y extraescolares. Niños y adolescentes que se despiertan y si son afortunados no saben qué van a hacer el resto del día, tienen tiempo libre…
Es ahora en estos momentos de vacío cuando podemos observar hasta qué nivel de estructuración ha llenado el día a día de nuestros hijos durante todos estos meses escolares. Muchos meses donde no hay lugar para la imaginación, cada día está programado desde que se levantan hasta que se acuestan, como robots que se van programando poco a poco para ser adultos muy eficaces en el trabajo y en el deporte.
“…meses donde no hay lugar para la imaginación, cada día está programado desde que se levantan hasta que se acuestan, como robots…”
Es ahora cuando tienen tiempo vacío, tiempo que llenar de lo que quieran, tiempo donde sentir el aburrimiento, tiempo donde dejar que fluya lo que hay en su interior. Tiempo…
Os proponemos un pequeño experimento que Catherine L´Ecuyer plantea en su libro “Educar en el asombro”. Este experimento sólo os requiere un poco de observación. Deja que los niños o adolescentes jueguen libremente durante dos o tres horas, es decir, que no tengan una actividad ni juego estructurado, sin juguetes, sin pantallas, en un espacio abierto ¿Qué hacen?, ¿Se entretienen solos?, ¿Se inventan algún juego?, ¿Se aburren?… Aquí es donde podemos ver hasta qué punto les estamos estructurando su día a día. Podemos ver si aún hay cabida a la imaginación, si saben estar sin una actividad estructurada, sin algún material o sin algún fin. Si el resultado es que no saben qué hacer, no hay creatividad para inventar juegos y divertirse, deberíamos plantearnos estructurar menos su tiempo durante los meses de curso escolar para que puedan jugar más, desarrollar la imaginación y la creatividad a través del juego no estructurado. Es decir, menos “obligaciones” y más tiempo libre. Fines de semana incluidos.
“Deja que los niños o adolescentes jueguen libremente durante dos o tres horas, es decir, que no tengan una actividad ni juego estructurado, sin juguetes, sin pantallas, en un espacio abierto…”
El aburrimiento es fundamental para que los niños desarrollen la creatividad y la imaginación. Las contraindicaciones son para los padres porque seguramente vendrán con quejas, muchas quejas que tendremos que sostener y es aquí donde tenemos la oportunidad para que aprendan a manejar la frustración, que tan necesaria y beneficiosa es para un desarrollo saludable de nuestros hijos. Por otro lado, somos sus padres, no somos monitores de tiempo libre, aunque muchos padres les guste coger este papel bajo el tupido velo de que están compartiendo actividades donde divertirse y conectar con sus hijos. La pregunta es si no saben parar, si no saben aburrirse. El aburrimiento es beneficioso tanto para pequeños como grandes.
“El aburrimiento es fundamental para que los niños desarrollen la creatividad y la imaginación. Las contraindicaciones son para los padres…”
El verano es un buen momento para alejarse de la sobreestimulación tanto para los niños como para los mayores. Aquí y ahora podéis empezar a ver cómo os sentís en el vacío y cómo lo manejan vuestros hijos. Esta no es una tarea para mañana, es una tarea para hoy.
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